No dormí bien, caí inmerso como una llagadesde la despedida de ayer,y yo… ¡estúpido!aún justifico mi proceder,pero mira que hay vecesque nos envuelve la sensibilidad,¡vaya calamidad!cuánta sin razón, rompiéndonos en dos.E. Rivadeneyra
Anuncios
Responder